En la historia de la movilidad, el primer automóvil marcó un hito trascendental. La creación de este vehículo revolucionario se atribuye comúnmente a Karl Benz, un ingeniero alemán, quien en 1885 diseñó y construyó el primer automóvil propulsado por un motor de combustión interna.
Este vehículo, conocido como el «Motorwagen», contaba con un motor de un solo cilindro y tres ruedas.
El nacimiento del automóvil no fue obra de un solo individuo. Antes de Benz, varios inventores y pioneros, como Nicolas-Joseph Cugnot y Gottlieb Daimler, realizaron contribuciones significativas al desarrollo de la tecnología automotriz.
La evolución del automóvil desde el Motorwagen de Benz ha sido espectacular. A medida que avanzaba la tecnología, los automóviles se volvieron más accesibles, seguros y eficientes.
La introducción de la cadena de montaje por Henry Ford en 1913 permitió una producción en masa, democratizando el acceso a los vehículos.
Con el tiempo, los automóviles evolucionaron con características como la tracción a las cuatro ruedas, la dirección asistida, los frenos antibloqueo (ABS) y la propulsión eléctrica.
La llegada de la inteligencia artificial y la conducción autónoma ha transformado aún más la industria, allanando el camino hacia un futuro de movilidad sostenible y conectada.